Archivo mensual: marzo 2012

Fernando Aínsa

Fernando Aínsa

7 de marzo de 2012

19:00 horas

Aula Magna de la Facultad de Filología

Entrada libre hasta completar el aforo

FERNANDO AÍNSA. Escritor y ensayista hispano-uruguayo de origen aragonés. Autor de numerosos ensayos sobre literatura latinoamericana, entre los que figuran Identidad cultural de Iberoamérica en su narrativa (1986); Del espacio vivido al espacio del texto. Narrativa hispanoamericana del siglo XX (2003); y Del topos al logos. Propuestas de geopoética (2006). De su obra de creación destacan las novelas El paraíso de la reina María Julia (1994–2006) y Los que han vuelto (2009), los relatos Naufragios del mar del Sur (2011) y los libros de aforismos y textos breves Travesías. Juegos a la distancia (2000) y Prosas entreveradas (2009). En 2007 publicó su primer libro de poesía, Aprendizajes tardíos (2007). Acaba de editar Bodas de Oro (2011) y tiene en prensa Clima húmedo y Poder del buitre sobre sus lentas alas.

Ha trabajado en la Unesco (París) entre 1974 y 1999, donde fue Director Literario de Ediciones Unesco. Desde fines de1999 reside entre Zaragoza y Oliete (Teruel) consagrado a la escritura y actividades editoriales y docentes. Ha sido jurado del Premio Rómulo Gallegos (Caracas), Juan Rulfo (París), Casa de las Américas (La Habana), José Donoso (Chile) y Premio Nacional de Ensayo (España). Es miembro del Patronato Real de la Biblioteca Nacional de España y miembro correspondiente de las Academias de Letras del Uruguay y de Venezuela. Es Vicepresidente de la Asociación Aragonesa de Escritores (AAE) y dirige la revista IMÁN.

 

 

 

 

 

BODAS DE ORO

 

¿Quién podría haber previsto algo de esto años atrás

cuando, sujetando el cuchillo, hicieron

el primer corte profundo en la tarta de la boda?

Y luego el siguiente. ¿Quién lo habría escuchado?

Cualquiera que trajera semejantes noticias del futuro

habría sido echado a latigazos de la puerta

Raymond Carver

“Milagro”, Un sendero nuevo a la cascada

Estas bodas de oro no se festejarán

¡faltan tantos años!

Mas debieran prepararse con minucia.

Una fiesta, los detalles que la hagan inevitable

(como si el futuro fuera mañana).

Una lista de invitados,

con los que no se han muerto hasta hoy en día

y los nietos que no han nacido todavía.

Nuestra ausencia,

muy probable.

Forcemos, pues, el calendario

con la imaginación que ya escasea,

tan lejos está el 28 de mayo del 2027.

¿No será demasiado tarde para repetir el olvidado “sí, quiero”?

“No es el hito, es el sueño lo que cuenta”

—me respondes convencida—

Según la publicidad

“cincuenta años:

el tiempo compartido lo dice todo,

milagro de amor y paciencia mutua”.

Preparar la fiesta como si fuera mañana

aunque falten tantos años

con los restos de la ilusión compartida.

De eso se trata,

de improvisar el futuro

con cenizas mal aventadas del pasado.

Escarbar recuerdos enterrados

tras el vértigo del agujero donde se hundieron

avasallados por la vida en común que nos separa.

Brindar por la alegría que nos unía,

tantas otras cosas parecen hoy rutina.

Redoblen entretanto las campanas.

Fernando Aínsa

De Bodas de oro, (Cáceres, AbeZetario, 2011)

 

AQUELLA NOVIA

¿Dónde está ahora la novia?

¿Por qué se fue al futuro?

Podía haberse quedado

en aquel mes de mayo

cuando cantaba la alegría

en un camping del Pirineo.

Se fue a buscar lo que llaman memoria

—desorden y azar del recuerdo—

en el talego de todo lo que entonces era.

¿Dónde están ahora aquellos días del futuro?

¿Adónde se fue la novia con su liviano equipaje?

¿Por qué vivimos ahora tan solo del pasado?

CUANDO LA OIGO HABLAR…

Cuando la oigo hablar con los perros me conforto:

sé que sigue ahí

—en la cocina, el porche o el jardín,

no importa dónde—

su presencia me asegura de muchas otras cosas,

imponderables que mantienen la tela de araña donde me balanceo

sobre el vacío que me rodea.

Una tela que tejió con sutil sabiduría

en treinta y cuatro años de vida compartida.

Los llama,

dialoga con ellos,

porque de sus miradas obtiene la respuesta que yo,

avaro, por no decir egoísta,

eludo darle, cuando debería susurrarle:

“Todavía te quiero”.

Fernando Aínsa

De Bodas de oro, (Cáceres, AbeZetario, 2011)